Cuando el sol de la mañana por el cristal se filtra sigiloso
contento y cauto,
como un niño que quiere sorprender
temprano, muy temprano, en un día festivo...
Entonces, colmada de creciente júbilo, extiendo
mis brazos abiertos al día que se acerca...
Pues el día eres tú,
y la luz eres tú,
y la primavera eres tú,
y toda la hermosa, hermosísima
vida que aguarda eres tú!
De "Nubes"
En "Ya es el tiempo de la inmensa espera"