domingo, 1 de junio de 2025

Mario Benedetti. Epílogo

Antes de su final inmerecido
Luz abrió por última vez sus ojos
y su mirada fue una despedida
   
nunca podré olvidar 
esos ojos tan míos
resumiendo una vida
dando un amor postrero
mas o menos consciente
del temblor de mis manos
   
de ahora en adelante 
aunque comparta el tiempo con cercanos
con los míos de siempre
y pregunte y responda y hasta ría 
mi alma estará sola en su guarida 
con su resignación involuntaria 
rodeada de memorias imborrables
e insomnios invadidos de tristeza
   
y así una noche llegaré en silencio
al borde de mi último destino



De "Canciones del que no canta"