miércoles, 15 de mayo de 2024

Joan Margarit. Súplica

De esta invernal mañana, amable y tibia,
por favor, no te vayas.
Quédate sumergida en este patio
como si hubieses naufragado
dentro de nuestra vida.
Bajo el laurel, entre las aspidistras 
de románticas, verdes y anchas hojas,
por favor, no te vayas, no te vayas.
   
Todo está preparado para ti.
Quédate, por favor, y no te vayas.
Dime si lo recuerdas: necesito
unas palabras con la clara y honda 
voz de la ausencia para preguntarte
por la fugacidad
de tu victoria sobre el nunca más. 
Pero callas, descansas en tu ayer, 
un lecho de tristeza fulgurante.
   
Te has ido encerrando durante ocho meses
en el capullo de la oscuridad,
y ahora, horrorizada por la luz,
surge aleteando la furiosa,
pálida mariposa de la muerte.
Pero, si estás muriéndote, aún vives, 
y hago estallar la última alegria
de tu rostro cansado mientras tomo
entre las mías tus pequeñas manos.
   
Y me repito:
morirse todavía es vivir.
De esta invernal mañana, amable y tibia,
por favor, no te vayas, no te vayas.



De "Joana"
En "Todos los poemas"