miércoles, 11 de agosto de 2021

Karin Boye. Tu voz

1
   
Tu voz: en un viejo huerto un sendero a medias invadido de zarzales
con profundas sombras y un sol vivo y un súbito canto de aves,
un sendero de secreta vida salvaje y rumor de aire y soledad...
cuán arriesgadamente solo y salvaje es, lo sé yo, nadie más.
   
Y cuando me despierto por la noche, en él me despierto,
y en un juego de sombras verde transparente me pierdo de nuevo.
Ahí paso yo horas y horas y sé bien que tanto da
a quién sigas y dónde debas estar, pues aquí está mi hogar.
   
2
   
Tu voz veinte años llevo oyéndola, y cuanto has dicho
estaba cargado de poder, aunque yacía olvidado en mi abismo.
Ahora oigo como ayer esas palabras, mis días y mis noches llenan.
Eran los latidos de mi corazón. Eran el calor de mis venas.
   
Qué clase de simas albergamos, que guardan todo lo pretérito?
O es solamente tu ser, tu voz lo único que recuerdo?
Tú eras la consumación de mi vida. Cómo maduró al fin?
Un árbol ahogado, un árbol de tormento, floreció así.
   
3
   
Bien lo sé, porque lo dicen todos: tu tiempo apremia.
No me puedo imaginar que fallecieras.
No hay mundo en que vivir, si tú no habitas en él.
La razón me niega el milagro. Pero mi corazón tiene fe.


De "Los siete pecados capitales"
En "Ya es el tiempo de la inmensa espera"