Demasiado temprano para que el mundo
se quedase sin tu voz
como se quedan los árboles sin pájaros.
Yo fui buscando su eco en los arroyos
y en el viento que acaricia las hojas.
Iba por el camino
de las eternas ausencias
en el que no florecen
besos ni rosas,
y me quedé para siempre
en un espacio roto
entre el arrugado acento del silencio!
(Del libro "Caminos de soledad")
En "Mujeres del 27. Antología poética"