y en servir al amor se revirtió, se hizo negativo,
arrojó llamas autodestructivas
e hizo llover ceniza en un clima volcánico;
seguimos aquí donde nos dejaste
con los que son como nosotros: extraños inestables
que tiemblan ante ondas sonoras de una elocuencia
sin sentido. Dicen que vivimos.
Dicen, mientras se elevan en el horizonte
y vienen hacia nosotros escindiéndose,
que debemos salvar; solucionar; trascender
la carne cohesiva y repelente, el protoplasma, las partículas y sobrevivir.
Yo no dudo que lo haremos; no dudo de que todo es posible,
hasta mi esperanza más salvaje de que nos encontremos en la ultratumba.
De "Topografía y otros poemas"
En "Bayas púrpuras"