era, más que mío, tuyo.
Todo lo más bello que deseaba
era tuyo, tuyo, tuyo.
Contigo dije en voz alta
lo que en el mundo nadie sabrá.
Por caminos infinitos
tú eras mi soledad.
Si pasaba la noche en vela
tendida sin pensar en nada,
si respiraba te sentía a ti, a ti.
Por todas partes estabas.
No hay vida en una vida
en la que tú no estás ya, no.
El mundo es un cascarón inmenso
sin núcleo en su interior.
De "Los lares"
En "Ya es el tiempo de la inmensa espera"