Hoy hace dos meses.
Brel decía que es terrible morir en primavera,
cuando florecen las lilas.
Pero a finales de noviembre no debe ser terrible.
Todo está marchito, ya se han caído las hojas;
no nos queda ni la belleza de los árboles vestidos
con los colores ocres del otoño.
Noviembre de paisaje desolador.
Sin embargo, y aunque parezca paradójico,
hasta un minuto antes del accidente
vivíamos en el paraíso, en un vergel,
ese que se encontraba al otro lado de nuestros ojos.
Hasta un minuto antes de venir a despedirte,
vivía en un paraíso de morfina,
ese que se encontraba dentro de mi cabeza:
saldremos de aquí juntos, es solo una cuestión
de tiempo y lucha encarnizada.
Noviembre me estalló en la cara
casi cuando lo habíamos dejado atrás.
Venid a estar conmigo los 30 de noviembre,
amigas, amantes, hermanas!
Venid los 30 de cada mes,
que no quiero que me pillen sola en casa!
Por favor venid.
Aunque no quiera veros!
De "A orillas del Volga"