la intimidad del viento del norte va llevándose
un recuerdo hacia el mar y, mientras, con violencia,
vuelva sillas y mesas en este bar sin nadie.
Permanece la angustia, que es como una presencia:
he vagado siete años sin ti por los lugares
que aún son los de siempre, pero con una épica
por la que cruza mudo tan sólo un personaje:
ese dolor tan puro que, sonriente, me acerca
al lugar donde un día me moriré de pena.
Cuando todo empezó traté de imaginar
que sólo estabas lejos. Hoy lo vuelvo a intentar.
Mientras tomo un café, voy puliendo este sueño,
igual que pule el viento el vasto azul del mar.
De "Misteriosamente feliz"