Nadie ha dicho su nombre este verano.
Lo que no haya llorado, ya no lo lloraré
en el otoño de hojarasca y rosas.
Ilusiones perdidas, las olas van llegando
mientras forman palabras que no me dicen más
que lo que fue importante y ya no importa.
Me deslumbra, violento,
centelleante, el braille de este mar.
Como si ella estuviese todavía.
De "Casa de Misericoria"
En "Todos los poemas"